
Coplas Andaluzas


Ya en su obra en prosa, la imagen de Andalucía que hallamos en Bécque estará elaborada desde la necesidad que el poeta siente de definir al andaluz, sus costumbres y su tierra, a través de sus señas históricas de identidad. Y si es verdad que Andalucía no es solamente el cante y la copla, no es menos cierto que ambas facetas definen esencialmente el espíritu andaluz. Así lo entendieron todos nuestros poetas cultos contemporáneos y así lo sintió y expresó también Gustavo Adolfo Bécquer. Entrada analizaremos el tema de la rima XXXVIII de Bécquer y de la rima CXXXIX de Ferrán.

Intuimos la influencia que ejerció Ferrán sobre Bécquer en el tema de la rima por tratar las dos rimas sobre:
-el devenir de los cuerpos,
-el devenir de lo querido,
-el devenir del amor y
-la duda sobre adónde van a ir a parar todos esos elementos.
la principal diferencia de los poemas está en que para Bécquer el enigma no es el destino de los suspiros y las lagrimas, pues siendo materiales al fin, acaban cada uno en su elemento: los suspiros en el aire y las lágrimas en el mar. Lo que a Bécquer le inquieta es el devenir de lo espiritual, del amor; y su interrogación al respecto no es meramente retórica como la de Ferrán, sino la expresión de su angustia metafísica.
Esta rima representa para Bécquer el dolor producido por el desengaño amoroso mientras que para Ferrán es una reflexión sobre la vida y el devenir. Se podría decir que Bécquer “rehízo” a su manera la rima de Ferrán a modo de contestación: Ferrán pregunta a dónde van "los besos, los suspiros, las lágrimas y las quejas" y Bécquer “responde” que los suspiros al aire y las lágrimas al mar.
La sencillez que vemos en el poema asimismo se relaciona con la sencillez que caracteriza a las coplas andaluzas.
ANDALUCÍA, lírica y apasionada, trágica y feliz, fuerte e idealista... es vivero fecundo de poetas y cantaores... Y no es de extrañar, pues, que la inclinación de los poetas andaluces por la copla flamenca se traduzca -y trasluzca- en sus propios poemas... Por eso, desde Gustavo Adolfo Bécquer hasta Rafael Alberti, pasando por Manuel Machado, se palpe en los poetas una constante por ese arraigo vital en las formas del pueblo, condensada en sus composiciones de formas populares o mejor, neopopularistas.
Las Rimas de Bécquer, por ejemplo, son auténticas coplas populares para ser cantadas, plenas de sentimiento amoroso y de interna musicalidad; y los poemas de Manuel Machado son auténticas coplas flamencas, ya que él hizo suyo el cante, siendo el verdadero creador de la copla andaluza, con un sentido plenamente hondo, con un sentido vernáculo y neopopularista, cuajado de denso regionalismo universal...
En la colaboración de Adolfo García Ortega del pasado jueves 13 de febrero, en la que, bajo el título Poemas de amor, se recrea la biografía de Bécquer, se atribuye al poeta romántico "la publicación de una antología de coplas andaluzas recogidas con Fernán Caballero unos años atrás", referencia, desde luego, inexacta. Bécquer, aunque bien hubiera querido hacerlo, pues la poesía popular era parte esencial de su poética, no realizó ninguna antología de coplas andaluzas. Sí publicó en 1861 un importante comentario a La soledad, la colección de cantos populares de Augusto Ferrán, quien pronto será uno de sus pocos amigos. Este comentario a La soledad, junto a las Cartas literarias a una mujer y la Introducción sinfónica a las Rimas es el texto teórico-poético más sustancioso de Bécquer.-